Tiene 25 años, es de Mar del Plata y desde los 15 años viste ropa de mujer. Desde entonces, se autobautizó Tania, nombre que ahora llevará en su documento. "Este fallo soluciona mi vida", dice, y sueña con estudiar Medicina.
Por primera vez en el país un fallo defiende la identidad de una transexual por encima de otra razón: un juez la autorizó a cambiar su nombre en los documentos sin exigirle una operación de cambio de sexo. Tania Luna nació varón pero siempre se sintió mujer. Tiene 25 años y ahora el nombre con el que se autobautizó a los 16 estará en su DNI. Y ella, dice, nacerá de nuevo.
Hasta el momento la jurisprudencia argentina admitía dos cuestiones, explica Graciela Medina, camarista federal y autora de la Ley de Unión Civil porteña: "Que transexuales se realizaran cirugías para adecuar su sexo externo a su sexo real o que ya sometidos a intervenciones quirúrgicas realizadas en el exterior adecuaran sus documentos a su identidad real".
El fallo del juez marplatense Pedro Hooft sostiene que aún cuando alguien mantenga sus órganos sexuales masculinos puede tener documentos de mujer. "Supeditar la sentencia de reasignación sexual, sustitución de sus 'prenombres legales' por el nombre por el cual desde hace muchos años la solicitante se identifica (...), a la previa realización de una intervención quirúrgica, que queda ciertamente prevista pero en un tiempo futuro, implicaría una seria incongruencia: sería nuevamente quedarnos en una visión reduccionista que equipara el sexo como género con sólo una de sus exteriorizaciones, por caso la presencia de órganos genitales externos masculinos, en desmedro de la identidad personal...", dice.
Hooft -un juez acusado por organismos de derechos humanos de colaborar con la dictadura- también autorizó la operación. "La cirugía de 'reasignación sexual' -dice Tania- no define mi identidad de género y, por ahora, no estoy preparada para hacérmela". Y agrega: "Este fallo soluciona mi vida, pero no quiero que sea un hecho aislado sino sólo el primero". En eso está la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) que presentará en el Senado un proyecto de "Ley de Identidad de Género".
Verónica Luna, hermana de Tania y abogada -ambas marplatenses y miembros de la CHA-, presentó un recurso de amparo en 2006 y el fallo de Hooft es de este año. Antes, dice Tania, "era una muerta civil". Qué es sino estar en Aeroparque y verse rodeada de policías porque el nombre y la foto de su DNI no coincide con su apariencia. Además, ¿dónde votar? ¿en la mesa de los hombres con su físico de mujer? ¿o en la de mujeres con un nombre de varón en el DNI? Cuando tuvo que internarse en el Hospital Interzonal no había lugar para ella: "Me taparon con un biombo e inventaron una habitación". ¿Y trabajar?: "Todo bien hasta que presentaba el documento y decían 'Cualquier cosa te llamamos'. Hoy trabajo con mi madre en su negocio de ropa". "La ley de nombres sostiene que podés cambiarlo si hay una justa causa ¿no es la de Tania una causa justa?", dice Verónica.
El encuentro es en la casa de Pedro Paradiso Sottile, del Area Jurídica de la CHA. "Si alguien entrara ahora diría que aquí hay tres mujeres (Tania, Verónica y esta cronista) y un hombre, estas identidades son las que queremos que reflejen los documentos", dice. Y agrega: "Lo que también logra este fallo es igualar a Tania con el resto de las mujeres. Por ejemplo, puede casarse por la Ley de Matrimonio Civil aunque no recurra a la operación de readecuación sexual".
La batalla de los Luna siempre fue puertas afuera. La familia -padres, tres hermanas y un varón- la apoyó sin condiciones. "En la adolescencia fui adaptando mi interior a lo que siempre fui, una mujer. Las burlas que sufrí de chica desaparecieron. Tuve una excelente relación con mis compañeros. Creo que los chicos atacan a la persona que es diferente y que no se asume. Pero la escuela me discriminó: quedé libre por enfermedad y no tuve la chance del reintegro".
Su primer cambio fue dejar la ropa neutra. A los 15 comenzó a aplicarse hormonas femeninas y a los 16 se "bautizó" Tania. "De mi nombre de nacimiento no hablo porque no me representa", dice. Cuando llegó a los 18 se aplicó siliconas en glúteos y caderas. Y a los 21, regalo de la familia, se hizo un implante de mamas. "Antes me avergonzaba de mi cuerpo como si llevara un disfraz, pero estos cambios me permiten estar a gusto".
Tania ya inició el trámite de sus documentos. La partida de nacimiento tendrá una anotación al margen y el nuevo DNI mantendrá su número original. Con él cumplirá dos sueños: terminar la secundaria y seguir Medicina.
Paradiso manifestó a SentidoG.com, que ”los derechos sexuales son derechos humanos. El reconocimiento y la garantía de derechos fundamentales como el de la identidad de género son una obligación constitucional. La decisión del juez Hooft a favor de nuestra compañera Tania esta enmarcada en el respeto universal de los derechos humanos y es un paso importante para acabar con el silencio y la inacción cómplice del Estado frente a la violencia, agresión, maltrato, discriminación y exclusión que hace años las personas travestis, transexuales y transgéneros padecen en nuestro país y la región". A su vez asevero: "Para que este tipo de resoluciones tengan un mayor impacto, deben adelantarse cambios concretos en la legislación y en las políticas públicas. Por ello desde la CHA presentamos el proyecto nacional de identidad de género”.
Ahora reclaman una ley
Este lunes 22 de Septiembre, a las 11 hs, en la sede de la Comunidad Homosexual Argentina, (Tomas Liberti 1080), la (CHA) se realizará una Conferencia de Prensa donde se expondrán los principales puntos del Proyecto de Ley Nacional de Identidad de Genero que se presentara en el Senado de la Nación, y comentarán sobre el fallo mencionado.
Tania Luna, concurrirá para hacer pública su historia de vida y la importancia del fallo judicial a nivel personal e institucional, acompañada por su abogada y hermana, Dra. Verónica Luna, integrante del Área Jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Cesar Cigliutti y Pedro Paradiso Sottile, Presidente y Coordinador del Área Jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), respectivamente, quienes comentaran los principales artículos del proyecto de ley, en el que, entre otros puntos, reclaman para todas las personas desde los 16 años el derecho de modificar el nombre, sexo e imagen en los documentos sin la obligación de someterse a una operación ni a la Justicia, sino a través del Registro Civil. Desde los 16, también, solicitan el derecho a las intervenciones quirúrgicas de "adecuación sexual" sin necesidad de autorización judicial y que sean gratuitas. Y, como consecuencia, plantean la derogación del artículo 19 inciso 4to. de la Ley 17.132 donde se establece que los médicos están obligados a "no llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que modifiquen el sexo del enfermo, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una autorización judicial".
"Las experiencias pueden ser más o menos dolorosas pero cada uno tiene la certeza de cuál es su identidad de género. Lo que es imprescindible, sobre todo en un país donde hasta para sacar un pase de colectivo te piden una identificación, es que esto se plasme en todos los documentos", dice el presidente de la CHA, César Cigliutti.
Nota extraida de sentidog